1x01 Las tres hermanas
Un pájaro de hielo gigante sobrevuela el cielo, a su alrededor crea una inmensa tormenta helada, al fondo de esta se distinguen un grupo de personas lucha. Anivia con sus alas heladas crea un pequeño círculo, uniendo con sus alas el lugar.
"Bienvenidos a Freljord invocadores, lugar inolvidable, tierra de nadie y tierra de todos.”
Una gota de sangre de sus ojos cae del cielo y tiñe la blanca nieve.
"Hace mucho, mucho tiempo existían tres hermanas. Luchaban juntas en la tierra helada con el único deseo de conseguir unificar a las tribus que estaban separadas por el ego y la codicia.
Un día unos seres aparecieron de entre el abismo.
Prometieron regalos, otorgaron la inmortalidad y obsequiaron con objetos mágicos al pueblo. Todas las tribus hasta ahora divididas aceptaron tales regalos y por fin Freljord fue unido.
Durante años el pueblo luchó en nombre de los nuevos Gobernantes. Conquistaban países. Y el mundo entero empezó a temerlos.
Pero toda paz tiene un precio. Y el precio fue la libertad del pueblo.
Los Gobernantes obligaron a su pueblo a matar a todas aquellas personas que quisieran desafiarlos. Fueran hombres, mujeres o niños. Incluso aunque fueran del mismo país.
Uno tras otro los pueblo fue cayendo en la desesperación. Muchos corroídos por la culpabilidad se suicidaron. Pero de entre la oscuridad surgió la esperanza.
Avarosa la primera de las tres hermanas y la más inteligente comenzó una revolución silenciosa.
Serylda la segunda hermana poseía un gran corazón. Creía que después de tanta guerra se debía buscar la paz. Así que juntas continuaron la estrategia durante años.
La tercera hermana, testaruda y leal a sus principios no entendió dicha rebelión. Ellos les habían prometido lo que ellas deseaban y otorgado muchos regalos más, y ellas les habían prometido su lealtad. Los Vigilantes les enseñaban todo lo que sabían y sus hermanas solo buscaban la forma de traicionarlos.
Lo que sus hermanas mayores no sabían es que ella era conocida como la Seeker, la mano derecha de los Vigilantes quien efectuaba sus mandatos y ataba los cabos que se habían descarriado.
La hermana pequeña tenía sus sentimientos encontrados. Finalmente, decidió que era el momento de acabar con su agonía. Siguió sus principios, como siempre había hecho y así se encontró con los Vigilantes en secreto…
El destino se había decidido y los lazos familiares se rompían lentamente.”