1x02 La historia Olvidada
En el Abismos de los lamentos hay calles interminables que recorren todo el lugar. Es un lugar solitariom oscuro y lúgubre. Ni un ánima parece haber… o eso parece.
Al inicio de un antiguo puente hay un fantasma, mira atentamente.
Mueve la mano dando la bienvenida y muestra el puente que tiene tras de él...
“Bienvenidos Invocadores soy Greyor, el guardián eterno del abismo de los lamentos, fue la mismísima Avarosa quién me ancló a este lugar para que pudiera avisar si los Vigilantes volvían. Es el mayor honor para un guardia ser de ayuda para la Reina.
Debería haberle pedido a Avarosa que sacrificara a mi jabalí y dejar su espíritu ligado en el Abismo junto conmigo... Te echo de menos Boarhilda.
¿Aunque cuánto tiempo ha pasado? Parece que fue hace mucho… un tiempo en que nosotros fuimos humanos. Sí, no siempre lo fuimos.
Fue antes de los Vigilantes. Luego llegaron, nos prometieron el mundo y nos cambiaron. Nos convirtieron en armas, nos convirtieron en hijos del hielo, o como todos nos llaman. Los Iceborn.
Algunas veces deseo que hubieran dos guardianes eternos en el Abismo. Hay mucha soledad aquí… como decía..
Servíamos a los vigilantes de buena gana, la buscadora era su voz, nos transmitía sus deseos, qué debíamos construir, a quién matar.
¿Has visto a la Buscadora, sigue viva? ¿Habla por los Vigilantes o por los Hijos del Hielo? ¿Sabes dónde está Avarosa?
¡Oh, sí! ¡Conquistamos Freljord, conquistamos Valoran! Daba igual a donde fuéramos, los hombres temblaban y el hielo nos seguía, creamos un imperio poderoso pero no era realmente nuestro, al menos no mientras sirviéramos a los Vigilantes.
Supongo que todo esto ya lo sabéis, pero esta es mi historia, la historia de porqué fui ligado a este puente a través de los años.
Recuerdo una vez que luchaba contra los trolls y se rompió mi espada al golpear uno de sus cráneos. Así que cogí uno por las orejas y lo usé como una porra contra sus amigos hasta su muerte. Ese fue un día glorioso, pero esa es otra historia...
La desesperación creció entre los hijos del hielo y fue Avarosa quien nos unió y Serylda quién nos enseñó a luchar. ¡Qué fiereza! ¡Qué mujer! Nos mostraron que la libertad era algo por lo que valía la pena morir, fue así que nos alzamos contra los vigilantes. Sabíamos que éramos más fuertes que ellos, nos habían dado demasiado poder.
Fue aquí, en este lugar. Aquí tuvo lugar la última batalla, en este puente.
Se resistieron durante días, murieron muchos hijos del hielo pero seguimos luchando, jamás nos rendimos. ¡Antes morir! Nos subíamos a los cuerpos de nuestros caídos para seguir atacando pero los vigilantes. Finalmente, con nuestra más potente y última oleada de ataque logramos superarlos.
¡Los levantamos del suelo!
¡Los lanzamos al abismo!
Eso debía matarlos, nada podría sobrevivir a esa caída. Y eso creíamos creer, un Hijo del Hielo nunca muere realmente… excepto.. bueno hay algunas excepciones. Imaginad pues un Vigilante.
Creo que el mundo debe ser gobernado por los Hijos del Hielo. ¿Has visto a mi Reina? Hace tanto que la espero.. por dónde iba...a sí...
Necesitábamos un guardián, por si regresaban los Vigilantes. Necesitábamos que nada ni nadie lo pudiera matar, alguien que nunca pudiera irse de aquí.
Hubo cientos de voluntarios ¡pero Avarosa me eligió a mí!
¡Cuidado! Huíd, buscad ayuda! Llamad a los ejercitos si escucháis sonar el cuerno. Eso significará que los Vigilantes han regresado. Volvedr con un ejército, ¡no!, con 10. ¡Devolvamos a los Vigilantes al abismo!
Oh, venís con Anivia, ya veo… Te recuerdo Hija del Fénix, recuerdo tu sacrificio. Si los Vigilantes regresan, te necesitaremos."
Anivia vuela hacia Rakelstake, el nuevo país formado por las tres hermanas.